sábado, 27 de agosto de 2011

OLIMPIADAS 2028 MONTES DEL ALBELA III



Siguiendo con el tema, y en vista de lo difícil que está hoy en día el crédito, habría que ir pensando en una forma mas barata de montar el evento, como por ejemplo edificaciones mas sencillas.


Seria curioso ver los Montes de Albela campamentos o construcciones sencillas sin cimientos, como pabellones portátiles: tiendas de campaña, carpas, tabernáculos. Ejemplos de ello podríamos tener “tippis” de los indios americanos, “yurtas” de los pueblos asiáticos, “jaimas” o “ehes” de los pueblos árabes; y también edificaciones comunales como: la “maloca” de tribus de Amazonia, “iroqueses” de Canadá, “umas” de Indonesia, “casas largas” de Borneo; “gahtie” de las tribus Sami de Laponia en los países Escandinavos y Rusia. También otras construcciones como las “casas de techo o cubierta plana” con entrada por techo como algunas tribus norteamericanas, o las aldeas de “tapial” de China y Nepal, los “Falis” del centro de África, las casas y contrucciones de la Polinesia, y como no, junto con nuevas construcciones de “castros”.
Y que tal sería ver en los pastos, junto a nuestras vacas, otros animales como camellos, dromedarios, elefantes, renos y otros animales.


También como dicen los comerciales hay que vender el producto, y para ello que mejor destacar los valores, yo me atrevo a proponer los siguientes:


- El ADN gallego recoge influencias de prácticamente todos los pueblos que han recorrido el continente europeo. Sería un reencuentro con situaciones culturales anteriores, tal vez desde hace cinco mil años hasta épocas recientes.
- Situación estratégica, se podría decir que hay un fácil acceso, todas las rutas que unen los diversos continentes han pasado o pasan por Galicia o cerca nuestro. Sin recurrir al tópico del Camino de Santiago, desde hace miles de años han existido migraciones que han concluido en Finis Terrae, por tierra y por mar, han existido rutas de comercio, ocupaciones; es decir, se puede acceder como en épocas anteriores con medios terrestres y marítimos, y como no, en la actualidad con medios aéreos.
- Mostrar que el deporte, una vez más y pesar que la organización es por países, aporta también un encuentro de culturas. Y me refiero a cultura en el sentido más amplio posible, pensamiento, religión, gastronomía, gestión de recursos naturales, modo de vida, etc. Todas las culturas han tendido sus competiciones, ya se por diversión o para seleccionar los individuos que representan esos valores reconocidos.
- Recogería el esfuerzo de varias generaciones de galleg@s por superar viejos estereotipos y mostrar la imagen actual, como un pueblo que ha sabido llegar al siglo XXI. Tenemos un pasado, vivimos el presente y queremos trabajar por un futuro mejor.




martes, 9 de agosto de 2011

CARRETERAS O ESTRADAS DE LOS MONTES DE ALBELA.



Si juzgamos la importancia de las carreteras por el número de dígitos, cuantos menos dígitos más antigua o más importante, el portal de entrada sería por el norte la LU631.
Para llegar a ella se accede por la carretera LU636 que une Becerreá con Sarria (a unos cinco kilómetros de Becerreá después de pasar las curvas “da Moura”), y la carretera desemboca en Guilfrei. Antes de llegar a Guilfrei deja a la derecha Eixebrón, Herbon y Monelo, y a la izquierda Tortes y Freixo, antes de llegar a Armesto.

En Armesto podemos seguir para Guilfrei o bien girar a la izquierda tomando la LU0707, donde nos encontraremos primero con Ferreiros de Balboa (después de pasar la Azeña o molino) y antes de llegar a Torés encontraremos un acceso a la izquierda que nos llevará a Fonte do Lobo, Ferrañol y Rio Mao. En Torés entraríamos dejando a la derecha las ruinas del castillo y podemos ir a Fillobal o Estacas, y también podríamos seguir la pista forestal hasta llegar a Guillen y salir después por Ouson al trayecto viejo de la NVI cerca del puente de Cruzul. Después de Torés la carretera seguirá atravesando más aldeas hasta llegar a “As Nogais”.


Aunque cerca de los concellos o ayuntamiento situados en el trayecto de la NVI y la A6 como Becerreá, Cruzul, As Nogais, y Doncos, una vez circulando parece que estés a kilómetros en otro mundo, una gran ventaja si lo que quieres es tranquilidad.

En Guilfrei (hacia el sur) hay otras dos salidas una la LU6201 hacia Triacastela, pasando por alguna de las tres aldeas de Toldaos, y Santalla, donde la atraviesa la LU633 que viene de Piedrafita Do Cebreiro llega también a Sarria y sigue hacia Samos, o lo que es lo mismo, el Camino de Santiago francés donde nos podemos encontrar peregrinos caminando o en bicicleta. La otra salida es la LU0706 que pasando por Naron (unos de los muchos lugares con ese nombre que hay en Galicia). Mas al sur ya podemos encontrar aldeas de Ourense y el inicio de la Ribeira Sacra.

Desde los Montes de Albela si queremos ir hacia el norte, a Baralla por ejemplo, y no queremos ir por la A6, podemos tomar en la LU636 Becerreá a Sarria, para después pasado Vilouta girando tomar la LU0509 primero hacia Xirixei, y siguiendo hasta el final de la carretera, y atravesando alguna aldea mas de este concello.
Asimismo para llegar a Lugo (sino tenemos mucha prisa, además de por Baralla) podemos tomar en Sarria la LU548 hacia Nadela, una carretera bien asfaltada con sus arcenes y sus radares, como alternativa a ir por Becerreá y la A6. Por cualquiera de estas dos podemos llegar también a Láncara, y por el otro lado de Becerreá (hacia el este) se puede llegar a Oselle, Saa, Cervantes y Navia, y otros puntos de León y Asturias.

Por las características del terreno parecen muchos los kilómetros de carretera (no son tantos), la mayoría aunque asfaltada es estrecha y con curvas, no se puede ni se debe correr porque además nos podemos encontrar tractores, camiones (de leche, paja, ganado o leña), ganado de camino a los pastos, y otros animales (corzos, jabalíes, zorros). Aunque parezca corta la distancia en los mapas, como en el resto de los Ancares, despistarse puede llevarte un buen tiempo recuperar el camino correcto, por ello es bueno conocer bien las carreteras o estradas. Es como si el tiempo se ralentizara, sino estás acostumbrado, te puede parecer que falta mucho para llegar, o ver la aldea a lo lejos y que vas a llegar después de la siguiente curva hasta que te aburres, o incluso que te puedes haber pasado cuando aun nos has llegado. El reloj en los Montes de Albela corre a otro ritmo.

Por las estradas no nos cansaremos de ver el verde de los pastos, montes y bosques, y si vamos en otoño los preciosos colores rojizos y marrones, y en algún invierno hasta nieve. Si el paisaje no es suficiente encontramos algunas iglesias, fuentes, e incluso alguna cantina, y, si se busca se tiene tiempo y alguien que conozca el lugar algunas cuevas y ubicaciones de los castros.


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