lunes, 25 de agosto de 2014

OBRAS EN LOS MONTES DE ALBELA



Llegamos a otro verano, hasta hace poco lo hacíamos con las fiestas de San Juan, pero cada mas parece que la fiesta de ArdeLucus es la que da la salida a las fiestas y celebraciones estivales. La juventud así lo celebra, si Asterix y Obelix levantaran la cabeza dirían aquello de “que locos estos romanos” y ahora añadirían “y estos celtas ¿qué les ha pasado están locos también?”. En San Juan hay mucha competencia entre Becerrea y Sarria, aunque la diferencia de presupuesto despeja mucho las dudas, y también se van poniendo de moda los concursos, ya se sea de cocina o de cartas como en Torés, o se crean muestras gastronómicas (como la de ternera en Becerreá) o mercados medievales como el de Doncos. La verdad es que el tiempo está acompañando aunque ahora hemos tenido alguna tormenta estos días.

Tampoco nos podemos olvidar que ya pasó un año del desgraciado accidente de tren. No podemos dejar de insistir que hay que hacer las cosas bien y tomar las precauciones necesarias.

Este año estamos teniendo por fin las obras de ampliación de la carretera, entre Armesto y Torés, con los movimientos de tierras, los camiones y la maquinaria, cuando no nos llenamos de polvo nos llenamos de barro. Espero que acaben pronto. Es triste ver como algunos de nuestros castañeiros mas antiguos han sido podados todas sus ramas (para que sus raíces aguanten la montaña) y alguno se ha caído o lo han arrancado si ha interesado, tal vez no han destruido mas porque la envergadura de muchos de ellos les hubiera creado demasiado trabajo, árboles de cientos de años con varios metros de diámetro. Un pensamiento que me viene es que hay países importantes como Estados Unidos o Argentina con menos historia que la que han vivido estos árboles. Creo que estamos dejando perder un tesoro importante.

Estos árboles junto con otros muchos a los que ya no se les presta atención debida durante decenas de años su cosecha representó el sustento de las familias de los Montes de Albela. En unos meses donde se administraban las patatas recogidas en verano, faltaban semanas para recoger las verduras de invierno o esperar las preparación de los embutidos caseros; las castañas representaban una parte importante de la dieta, ya fuera en el desayuno, en la merienda o en la cena, asadas al fuego, cocidas con leche o crudas, para muchas familias fue un sustento muy importante. Es curioso como todos los árboles tenían dueño, y hace un par de años muchas se esforzaron en incluirlas también en la revisión del catastro. Incluso este invierno se recogieron algunas mas porque para enviarlas al extranjero.

Otro aspecto, es el de que ¿hacía falta? ¿qué vendrá detrás? En toda la comunidad gallega se habla de posibles explotaciones de mega minería y los riesgos en el entorno, aquí no somos ajenos a ello, ya llevamos mas de veinte años con la intriga. Mas de algún vecino piensa que muchos de los agujeros y tierras removidas en prados, huertos o bosques, no son sólo obra de los jabalíes, que hay alguien buscando algo.

Esto me recuerda aquella película, de hace cinco años si la memoria no me falla, Avatar donde por culpa de problemas energéticos y buscando minerales para la tierra se invadía otro planeta y tenían que derribar árboles sagrados gigantes que adoraban por su religión o vivían en ellos como el “Árbol Madre” o el “Árbol de las Almas”. Es argumento parece que tiene su origen en cuentos y novelas de varias decenas de años. Pero en la historia hay una caso, el de Carlomagno a finales del siglo VIII d.c. al intentar incorporar al imperio franco y al cristianismo las tribus sajonas continentales, en lo que hoy es río Rhin en Alemania, destruyó su árbol sagrado llamado “Irminsul”, para doblegarlos y convertirlos, y además los obligaron a desplazar por toda Europa, desde las islas británicas hasta los Balcanes y la península ibérica. Sin embargo han permanecido tradiciones con origen anterior al cristianismo, o como hoy en día en nuestro entorno se denominan “paganas”, que procedían de los países nórdicos como el árbol de Navidad o en la Palma la rama de olivo o el palmón, y en alguna iglesia incluso cada año introducen un árbol.

Como anecdótico, ya llevamos unos años que los turistas se van quejando de ruido de los pájaros por la mañana, desde las seis que empiezan los gallos, luego les siguen los cantos de los pájaros, que poco a poco han ido invadiendo todas las casas, graneros y cuadras. Antes se mantenían fuera de las aldeas en los árboles, pero ahora nos han invadido, quizás han ido cambiando, antes cuando se cultivaban los cereales se veían otros pájaros, ahora con el cambio de clima parece que permanecen mas tiempo los pájaros que llegaban por la primavera. También tenemos menos moscas y otros bichos, y a veces parece que entren para esconderse de lo que tienen fuera. Las abejas y avispas parece que no quieran picar, algún vecino que recogía miel se ha le han vaciado las colmenas, según he leído quizás sea culpa de los herbecidas, o las semillas del millo o las patatas que nos venden ahora que podrían ser de esas que llaman transgénicas, o de las ondas de los móviles. Es triste verlas en los cristales como se retuercen del dolor por el mal que tienen, parece que frotándose el cuerpo contra el frío del cristal les calma un poco el dolor, eso me recuerda frases que leo de que “si desaparecen las abejas después desaparecerá el hombre“. Algunos dicen que han visto otras abejas mas grandes seguramente esas asiáticas que dicen en la tele. También hecho a faltar los saltamontes y luciérnagas, y veo otros nuevos. Quizás sea como ha ocurrido siempre en estos montes ya sean bichos pájaros o personas, unos vienen y otros van, o como la vida en el planeta sigue evolucionando, o como dicen algunos el mundo da muchas vueltas.

Un aprovechamiento para la carretera mas ancha serán los ciclistas, aunque espero que no se produzcan accidentes con las bicicletas, ahora parece que el ciclismo esté de moda, la vuelta ciclista a España volverá a pasar de nuevo, el mundial de Ponferrada, la carrera que organizan en Becerreá, y este año ciclistas gallegos Gustavo y Dilio ganaron la vuelta a Portugal en un equipo portugués, lástima que no corran la vuelta española. Espero que algún día recuperemos la vuelta ciclista a Galicia.

Espero que estas obras sean para el bien de todos, que sea solo eso una mejora de una infraestructura, y quien sabe sino serán el inicio de la obras para nuestras olimpiadas de 2028, algún día tenían que empezar ¿no?

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