lunes, 23 de noviembre de 2009

MUSULMANES, VIKINGOS Y RECONQUISTA O EXPANSIÓN DEL REINO ASTUR


MUSULMANES.
Los musulmanes hicieron su aparición en la Península, llamados por los hijos de Vitiza, para combatir contra el otro pretendiente al trono, Don Rodrigo.
Vencido Don Rodrigo en la batalla de Guadalete, en el 711, la conquista se efectuó, sobre todo, a base de pactos y capitulaciones, ofreciendo resistencia solamente los restos del ejército de Don Rodrigo.
La rápida ocupación, obra de Musa ibn Nusayr (Muza) y Tarik, se dio por terminada en 714, tras la conquista de Toledo, capital de los visigodos, el valle del Ebro y las estribaciones de la Cordillera Cantábrica, donde se formaría un foco de resistencia cristiana, que daría origen al REINO ASTUR.
Don Pelayo, noble de la guardia de Don Rodrigo, vence a los árabes en la batalla de Covadonga, en 722. Alfonso I (739 - 757) aprovechó las disensiones entre los musulmanes para iniciar expediciones por León, Galicia, Portugal y Castilla la Vieja. Alfonso I de Asturias fue el primer príncipe que comenzó la expansión del Reino Cristiano. De esta forma la integración de Galicia en el Reino de Asturias se produce entre su reinado y el de Ramiro I en el que se llega hasta Tuy (854).

Destaca la historia del moro Mahamuth. Este episodio se desarrolla hacia el año 840, donde la crónica del rey Alfonso III hace referencia a un habitante de la ciudad de Mérida y muladí de nacimiento que se sublevó contra su soberano Abd-al-Rahmann, siendo acogido por ello en Galicia donde permanece un tiempo. Poco después un grupo de Sarracenos devasta la regiones vecinas para asegurar su protección y se refugia en un castillo denominado Santa Cristina (cerca de Sarria), el rey Alfonso II, a la cabeza de un ejército, asedia el castillo y Mahamuth es asesinado y castillo tomado.

Los cronistas también destacan grandes batallas con los musulmanes en el valle de Valcarce ya en el año 715, algunas con buenos resultados (dicen eliminar 12.000 musulmanes) y otras donde Abderramán derrotaba a los cristianos. En los primeros años al parecer había escasez de armas y se luchó con estacas. De aquí parece el origen en algunos escudos de las “cinco estacas” que pudo ser de los Valcarce y que luego apareció en los Quiroga o los Bolaño Ribadeneira de Torés.
En 997 Almanzor inicia la última expedición de saqueo en tierras cristianas y llega hasta Santiago de Compostela.

El topónimo de Galicia en árabe en los mapas y textos de los cronistas del Califato Omeya de Córdoba, aparecerá como Jalikiah, Yiliquí o Yilliquiyya.


VIKINGOS Y NORMANDOS.
Se produjeron varios ataques desde 844 d.c. a 1014 d.c., fecha en que se derrotó a Olaf Haralddson.
Contrariamente a lo que se cree, los ataques normandos fueron mucho más peligrosos que los del Islam, ya que con los representantes del último, la paz iba en función de acuerdos comerciales entre señores de la Gallaecia y otros de los emiratos o califatos.
Los continuos ataques marítimos sin embargo, provocaron la decadencia de las ciudades costeras y el comercio (especialmente con Bizancio y Europa); y la migración de gente hacia terrenos rurales o ciudades del interior que permanecieron intactas como Lugo, Braga o Astorga.

RECONQUISTA Y EXPANSIÓN DEL REINO ASTUR.

Por un lado los musulmanes atacaban el sur y por la costa atacaban los vikingos y normandos, además se le podía añadir las peleas en la nobleza por sucesión entre hermanos, o disputas entre nobles por territorios. Los monasterios eran lugares donde los distintos reyes y nobles buscaban protección, además de significar el camino de Santiago. Sobre todo buscaban sitios altos en medio de las montañas donde podríamos destacar dos: el Monasterio de San Pedro de Hermo al norte de los Ancares en Asturias, y también el de San Pedro y San Pablo en el Bierzo cerca de Palencia en el monte Pardomino valle Parameno.

Desde el siglo VI el rey Alfonso I fue repoblando las tierras con montarerios, iglesias, hospitales, eremitorios. La mayoría de ellos no existen ya o solo funcionan como iglesias.

En el monasterio de Samos pasó su infancia Alfonso II El Casto, hijo del rey asturiano Fruela (757-768), y que fue uno de los precursores de la creación del santuario en la Santiago de Compostela.

La Reconquista fue en muchos aspectos una expansión del reino asturiano. Al parecer existían acuerdos del reino Astur con el Vaticano, y ello creó intereses comunes como la ocupación y el poder que se otorgaría a los grandes monasterios en la implantación del cristianismo. Se podría decir que en general la cultura castreña y su dispersión por pequeños castros en detrimento de las villas dificultaron y retrasaron algunos siglos la conversión al cristianismo.

Para los Montes de Albela llegó el Camino de Santiago cuando se incluyó Triacastela, lejos ya de los problemas con musulmanes y vikingos, y en medio de las disputas y unificaciones entre los reinos de Galicia, Asturias y León, y con la recién estrenada independencia de Portugal.

Triacastela, Gran benefactor de esta villa fue Alfonso IX (1188-1230) que quiso repoblar estas tierras, que le concede varias dispensas, y al impulso que supuso el Camino de Santiago, Triacastela se consolida, apareciendo mencionada incluso en el Códice Calixtino como final de la XI etapa del Camino de Santiago. También coincidieron las últimas cruzadas (1096-1270) y la creación del Temple en Francia.

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